Muchas ciudades europeas todavía conservan barrios medievales. No todas llegan a ser como las de la Toscana, pero en cualquiera de ellas, si nos perdemos adrede, podemos encontrar imágenes que nos inspiren o nos enseñen.
Hace unos días, ya en primavera, me dediqué a pasear por el barrio gótico de Barcelona, pero esta vez con la cámara, para ir fijando imágenes que si no olvidaría. Y es increíble la cantidad de ideas que uno encuentra cuando pone interés y las busca.
Ángeles, grifos, caligrafías, hojas de acanto….
Ahora no tengo tiempo de dedicarme a la caligrafía, pero, como las ardillas o las hormigas, aprovecho y me aprovisiono de ideas para cuando llegue el momento.
Y nunca viene mal gozar un poco y sorprenderse con lo que hicieron unos desconocidos hace unos cuantos siglos.
Ferdinandus, d.s.
No hay comentarios:
Publicar un comentario